El discurso del Presidente de la nación nos dejó dos datos que precisan analizarse. Uno es el siguiente interrogante ¿Cuál es la validez técnica para suponer que se evitó el “posible” 17.000 % de inflación que le dejaron a Milei-Macri? Podríamos sumar a De Loredo. Una segunda, la licuadora permanente se puede transformar en motosierra.
Arranquemos por la segunda, la Argentina cierra el 2023 con un coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas peor, que es un indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso. Toma valores comprendidos entre 0 y 1. El valor 0 corresponde al caso de “igualdad absoluta de todos los ingresos” y el valor 1, al caso extremo contrario. Entre el segundo trimestre (0,417) y el cuarto trimestre (0,435), si lo comparamos con los años anteriores 2020, 2021 y 2022 y tomamos el mismo periodo, el coeficiente de Gini hubo mejoras cada cuatrimestre. En este caso no paso. Pero si bien había problemas económico-sociales era la solución ¿devaluar? Ese 12 de diciembre de 2023 a la devaluación del 120% siguió la paralización de la obra pública.
Hagamos un paréntesis, la idea de la obra pública como corrupción esconde otra justificación económica, porque “on ne tue point idees”, mientras Milton Friedman (Monetarista-liberal) visitaba Chile el 20 de marzo de 1975, que estaba bajo una dictadura cívico-militar, a Pinochet; por el Río de la plata, dos años luego, en 1977 Friedrich Hayek (Escuela Austriaca) visita al Ministro de Economía Martínez de Hoz, el ministro recuerda (extracto de su libro “15 años después”): “Después de escuchar mi explicaciones sobre el programa económico en curso, me expresó su satisfacción por los lineamientos generales del mismo, agregando sin embargo que era indispensable reducir aún más la inversión pública para evitar sus efectos inflacionarios”.
Ese es el punto de la política económica del gobierno actual, no emitir -aunque emite por el sector externo-, obra pública cero y no pagar a las empresas eléctricas por la electricidad que recién los hogares e industrias que conjuga un ajuste de tarifas. Por eso el superávit es ficticio y recae sobre la obra pública, que se enmarca en el gasto de capital, cayó un 83,3 en el primer trimestre; las jubilaciones y pensiones cayó un 31,4%, los subsidios (ajuste de tarifas) cayeron otro 66,7%, las transferencias a las provincias cayeron un 85,1% y las transferencias a universidades cayó otro 33,2% en términos reales para el mismo periodo. Como la emisión genera inflación, para el dúo La Libertad Avanza, el PRO y la UCR (Cambiemos), realizar este ajuste evitaría la inflación. En marzo la inflación fue de 288%, cuando en diciembre fue de 211% ¿Se desplomo la inflación?
Cerrando el paréntesis, hay otro dato debemos sumar al análisis además del coeficiente de Gini, porque todas estas medidas se adoptaron bajo el precepto de ajustar el gasto público, pasar motosierra, para obtener mejoras sociales, ser más libres. Observemos los datos de salarios vs inflación que son a febrero de 2024, el salario público en febrero del corriente aumento un 197%, el salario del sector privado un 225% y el salario del sector privado no registrado se incremento un 121% mientras que la inflación para febrero alcanzo el 276%, cada uno esta perdiendo entre 150% y 50% del poder adquisitivo, la licuadora que de seguir esta tendencia será una motosierra del consumo. Un punto es ajustar el gasto y el consumo para frenar la inflación para ser la política económica del famoso “segundo tiempo”, ya se hizo, pero ahora no de forma gradual ¿Este es el rumbo acertado?
No obstante, sigamos con la primera parte de nuestros análisis, “evitamos una hiper” y que justifica el ajuste del gasto y nos da el superávit del primer trimestre. Terminar con la inflación es licuar salarios, bajar el consumo sin la inversión pública que siempre tracciona a la privada. Este es dilema que debe resolver el gobierno sino quiere empeorar la situación social de pobreza y hambre.
El discurso del Presidente anarcocapitalista fue que la inflación mayorista era del 54%, “que anualizada implicaba un 17.000% anual y que hoy se encuentra al torno del 5% mensual”, ese dato es de la variación mensual de diciembre de 2023, hagamos varios escenarios para comprender cual fue el mecanismo de razonamiento que construyo el argumento de una posible inflación al 17.000%, si bien la variación mensual del IPIM fue del 54%, anualizada da 276%, proyectada para el 2024 nos daría unos 3.312%, otro escenario seria tomar que el IPIM da 54% todos los meses de 2024 lo cual nos llevaría a una inflación del 648%, a esto el presidente comento que “no saben lo que es una exponencial”.
Ese es nuestro tercer escenario, 54ˆ12 menos 1 x 100, nos arroja los 17.000%, el tema del exponencial es que “e” es constante ¿Puede ser que la devaluación sea constante? Pero esto nos adentra en otra forma de tomar o calcular la inflación y nos genera otro interrogante ¿Para qué tenemos entonces el INDEC? ¿Nos dejaran sin estadísticas oficiales? ¿Los técnicos del INDEC no podía el 13 de diciembre, luego de la devaluación autoinfligida, realizar una proyección de como estaba la situación inflacionaria para el 2024? Porque el FMI y su staff de técnicos en el World Economic Outlook, octubre 2023, proyectaron para 2024 una inflación del 69%, ahora el último informe de abril de 2024, proyectaron un 149%, teniendo en cuenta que la Argentina se encuentra monitoreada por el FMI desde 2018 cuando el presidente Macri realizo un acuerdo con el organismo y recibió 45.000 millones de dólares ¿Tendrá auditoria este acuerdo?
No queda claro si el cálculo que realizo el Presidente tiene algo de veracidad, tal vez en el aula de la universidad de Belgrano, porque semanas atrás ocurría algo que nos hace poner en duda las afirmaciones del Sr. Presidente. Primero no iba a tomar deuda y se ha incrementado la deuda en el primer trimestre en 16.000 millones de dólares.
Segundo, dice Javier Rodríguez, tomando como punto de análisis la variación mensual “la subió al 25 por ciento y ahora está feliz porque la bajó al 11 por ciento. Pero si Massa la tenía al 6 por ciento» ¿Fracaso en el primer trimestre de 2024?
Tercero, haciendo los cálculos que intentaron Milei y Luis Caputo, la baja de la inflación, alrededor del 5%, utilizaron datos de cuentas de X (antes Twitter) para afirmar que en la Argentina hay deflación (es decir, una caída en los precios de los alimentos), esto fue en base a datos del JumboBot citado por el presidente, egresado de la Universidad de Belgrano, junto al periodista Fantino. Luego se confirmó que eran datos falsos.
Días previos Luis “Toto” Caputo, el “Messi” de las finanzas, que todavía no consigue la lluvia de inversiones, comento que usaba el JumboBot al periodista Viale ¿Será, insistimos, un preanuncio de alguna modificación en el INDEC? No lo sabemos, pero luego de la emergencia estadística de 2016 cuando estaba Todesca como director, los números no tuvieron otro cuestionamiento. También nombran al caso de “Coto Bot” que construye la información sobre la evolución de los precios en base a una canasta de 62 alimentos (es decir, no incluye otros productos del supermercado como limpieza e higiene personal).
El INDEC para relevar la inflación realiza encuestas en 500 supermercados y 16.000 negocios tradicionales (autoservicios, panaderías, carnicerías, etcétera), instituciones (colegios privados, entre otros) y empresas (distribuidoras de gas de red, etcétera). Por lo que la evolución de los precios no puede reflejarse a partir del comportamiento de los valores de los productos en una sola cadena de supermercados.
Parece que el único plan de este gobierno Macri-Milei es mantener el gasto público congelado en términos nominales, recayendo así el ajuste sobre salarios, jubilaciones y pensiones, transferencia a provincias y principalmente sobre universidades. Porque ahí se genera el conocimiento y se desarrollan las ideas para mejorar el sistema productivo argentino.
Como dijo en Davos los monopolios son benefactores sociales y son héroes, parece que no le tiene fe al desarrollo argentino que generan las universidades junto al sector productivo, al cual ajusto en tarifas ¿Qué negocio podría funcionar con estos aumentos de luz y gas? Sin energía barata no hay desarrollo.
Por Ernesto Mattos – IDEPI-UNPAZ/UNDAV