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ABYA YALA

9 de mayo de 2021

Colombia: Iván Duque usa nueva arma y tecnología para reprimir las protestas

El presidente colombiano utiliza inhibidores de señal portátiles y lanzadores de proyectiles múltiples de alta velocidad

El director ejecutivo para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, declaró que la organización nunca ha visto "en América Latina y ni siquiera en Estados Unidos" que los policías usaran "lanzadores de proyectiles múltiples de alta velocidad horizontales" como, según había denunciado previamente, ocurre en Colombia.

Algunos medios los describen como “destellos similares a los fuegos artificiales”, mientras otros aseguran que “no se trata de misiles o proyectiles de artillería pesada de las fuerzas armadas, sino de un costoso y sofisticado elemento de aturdimiento del Escuadrón Móvil Antidisturbios. En todo caso, el efecto es similar al de los proyectiles de alto calibre.

Vivanco detalló que las tanquetas están equipadas con un tipo de "lanzadores de proyectiles múltiples de alta velocidad horizontales, no hacia arriba, horizontales, que pueden lanzar aparentemente bombas lacrimógenas o bombas aturdidoras de una manera que puede ser indiscriminada".

"Esto parece un procedimiento altamente peligroso, de alto riesgo, y creo que este tipo de prácticas son las que causan las denuncias sobre extrema brutalidad policial", reiteró.

En efecto las fuerzas policiales de Colombia están utilizando un dispositivo denominado Venom, fabricado por la empresa española Vimad Global Services, dedicada al servicio de las fuerzas armadas y policiales en el ámbito de la seguridad pública.

Venom es definido como “sistema lanzador de munición no letal”, la página de la empresa asegura que Venom ha sido vendido a los marines de Estados Unidos, a los gobierno de Israel y Filipinas y, aunque no lo mencionan, a Colombia y seguramente a otros países.

El lanzador cuenta con 30 cartuchos, pero cada uno de ellos tiene una dirección IP “para ser disparado individualmente o en cualquier secuencia deseada”. El sistema informático de Venom permite que cada uno de los 30 cartuchos persiga objetivos diferentes.

Las municiones de esos cartuchos pueden detonar en un rango de 30 a 200 metros, “produciendo estruendos, destellos y fragmentos de caucho a velocidades punzantes”. Flash Bang, así se denominan los cartuchos de ruido, son definidos como granadas aturdidoras o cegadoras, “que al explotar producen un destello de 6-8 millones de luces cegadoras y un sonido de 170-180 decibeles”, que incapacita a las personas sin causar lesiones visibles.

Dicen que son “armas no letales”, pero un informe de la BBC de 2017, asegura que militares de Estados Unidos estaban trabajando en sonidos capaces de producir la muerte. Citan al ingeniero acústico de la Universidad de Salford, Trevor Cox: “Puedes llegar al umbral del dolor, que es de unos 140 decibeles, un poco más -160- te rompería el tímpano, y si lo subes aún más puede incluso hacer que colapse tu pulmón”. La conclusión es que un sonido de 200 decibeles puede causar la muerte.

La particularidad del sistema Venom es que puede combinar, en sus 30 proyectiles, granadas de humo, aturdidoras y de destello, con perdigones de caucho y espuma. Los cartuchos de 37 milímetros, se utilizan para el aturdimiento pero contienen cuatro sub municiones que al ser activadas generan un destello de luz y sonido simultáneo.

Los resultados están a la vista, con la brutalidad policial para dispersar manifestaciones y protestas, produciendo daños severos en las personas. Por lo que sabemos, es la primera vez que esta arma se utiliza de forma masiva en América Latina, pero seguramente varios gobiernos estarán estudiando su implementación.

Cada lanzador tiene un costo de 120 mil dólares y cada proyectil 71 dólares. La muerte está siendo un negocio millonario. Pero, sobre todo, los estrategas de la represión están diseñando los modos de blindar al Estado y al capital, impidiendo cualquier protesta, povocando daños irreparables en los cuerpos pero evitando que la sangre sea visible, porque ya saben que eso enardece a los pueblos.

También se ha observado el uso de los inhibidores de celulares son dispositivos que emiten ondas de radio en las mismas bandas de frecuencia de los teléfonos, para que colisionen sus señales e impidan la comunicación a través de ellos, lo que significa que no tendrán señal por un buen tiempo.

Las manifestaciones en Colombia comenzaron el pasado 28 de abril en respuesta a la polémica reforma tributaria presentada por el Gobierno de Iván Duque. Aunque el mandatario retiró la iniciativa ante la presión social, la brutal represión de la Policía y el Ejército contra inconformes reavivó el reclamo en las calles.

 

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