La ciudad patagónica de Neuquén Capital fue sede, desde el viernes 12 y hasta el domingo 14 de este mes, del encuentro autogestivo de «amelkafe» o teatristas mapuches, que resignificando el arte escénico, reafirmaron la identidad y cultura de este pueblo milenario en distintas expresiones, que sigue dando la batalla cultural en todos los territorios, disputa los sentidos y se reconstruye.
El epicentro de las funciones fue en el Espacio Teatral Teneas (Teatristas Neuquinos Asociados), el IFD6 y CPEM N°76, pero además de las funciones hubo poesía, feria de artesanías, talleres y conversatorios durante tres días organizado desde el Colectivo Docente Mapuche e Intercultural y el Colectivo Amelkafe Xawun.

Desde que asumió Javier Milei la cultura comenzó a movilizarse, hay algo de la sensibilidad del mundo del arte que los pone en actividad en un momento en el que el gobierno de ultraderecha libertario hace un ataque directo de manera financiera e ideológica contra la cultura.
Francisca Arriagada, integrante de la Comunidad Mapuche Cayún en San Martín de los Andes, ella es actriz, nieta, hija, trabajadora y hacedora cultural, fue una de las impulsoras del primer encuentro de amelkafe, que en tiempos de “libertarios” cobra un significado trascendente.
“Javier Milei es una catástrofe para la sociedad y los pueblos indígenas en Argentina, Milei encarna el racismo y odio anclado durante siglos en una Argentina que se considera como la Europa blanca de Sudamérica. Su llegada al poder es una catástrofe, porque es la continuación de un Estado negacionista”, señaló Arriagada a Originarios.ar.
Su reflexión no es un simple juego de palabras, porque es lo que muchos historiadores coinciden: que la construcción del Estado argentino, a lo largo del siglo XIX, fue impuesta mediante el sometimiento de los pueblos indígenas a través de campañas de exterminio progresivo y sistemático, como las llevadas a cabo por el presidente Julio Roca, admirado por Milei, quien entre 1878 y 1885 despojó de sus territorios a los pueblos indígenas pampa, ranquel, mapuche y tehuelche, masacrando y sometiéndolos en campos de concentración, utilizando para ello al ejército.

Amelkafe Xawun
El primer encuentro de teatristas mapuche se destacó por varios motivos pero el principal fue el uso del concepto de “Amelkafe”. Francisca Arriagada señaló que el/la amelkafe/actor/actriz mapuche busca las herramientas para representar en escena personajes, historias, dejando para quien quiera mirar no solo una mera representación escénica artística, sino una labor de comunicación de saberes y conocimientos.

“Estamos en una situación donde nuestro teatro no es igual al teatro occidental o el teatro convencional, tradicional, académico, nuestro teatro tiene nuestra propia teatralidad y cuando hablo de esto hablo de que nuestro teatro, son nuestras dramaturgias, nuestras puestas en escena, las historias que contamos tienen como algo característico, nuestra teatralidad engloba nuestra cosmovisión, no está separado y eso es una gran diferencia, partimos de hacer teatro desde el posicionamiento de decir, yo soy esto lo que soy, mapuche abuela, mapuche nieta, mapuche luchadora del territorio, luchadora del territorio Mapuche, viviendo en un lof (comunidad), viviendo en la warria (ciudad), digamos hay muchas cosas que diferencian nuestro teatro manifiesta la amelkafe de la comunidad cayun.
Además agrega que “pudimos llevar adelante el encuentro desde este lugar autogestivo porque, los elencos dijeron,nosotros nos costeamos el costo para movernos, y nosotras acá resolvimos el alojamiento, la comida. ¿Costó? Sí, claro que sí costó, y estuvimos trabajando incansablemente y demás, pero la realidad es que nos posicionamos desde el lugar de que también es una lucha hacer esto para nosotras, y cuando uno lucha no está en un lugar, de privilegio, no está en un lugar de comodidad, cualquier persona, pueblo que luche, primero digamos, agradecemos, o sea, yo particularmente me siento agradecida de poder estar luchando, Porque no es algo que no hayan hecho nuestros ancestros, nuestras abuelas, nuestros antepasados, o sea, hoy nos toca esto, nos toca defender nuestra cultura y nos toca defender nuestro territorio, nos toca defender nuestros recursos naturales”.

También destacó “ tuvimos mucha gente que nos puso sus manos de manera solidaria y generosa para que esto sea posible y yo creo que una de las cosas de las cuales esta realidad hostil nos invita, es a aprender y si no aprendemos o si no queremos, es una invitación también al trabajo colectivo, fue como trabajar un telar que requiere que nuestro tejido esté firme y esté consolidado por hilos, por seres que saben, para dónde va la trama, el dibujo, el diseño, para dónde va la cuestión, creo que nada nos emocionó más en todo este tiempo que ese aporte de las personas que nos colaboraron”

Por último señaló que “Todo lo que es gastos de producción, todo eso no se pudo recuperar, eso es una realidad, pero bueno, es así, o sea, nosotras por lo menos desde la organización lo tomamos como una inversión, hay gente que da la vida, que da su vida entera a veces por la lucha, dedica su vida a una lucha. Y bueno, que nosotras tengamos que poner de nuestro sueldo por este encuentro es nada en comparación a otras cosas no es nada. Estamos muy contentas, estamos muy emocionadas, y si vos me decís que por ahí ahora te diga un balance de algo, no sé si lo puedo hacer”. Sin lugar a dudas el balance es más que positivo en tiempos donde el individualismo pretende imponerse como forma de relacionarlos, el encuentro de amelkafes resignificó y proyectó mucho más de lo que sus organizadoras imaginaron.
