Nacido el 1 de marzo de 1977 y registrado su nacimiento el 30 de abril de 1977, en Napalpí, Chaco, Juan trabajó como parte de la Dirección Cine y Espacio Audiovisual del Instituto de Cultura Chaco, elaborando documentales y realizando producciones audiovisuales sobre las Comunidades Indígenas, visibilizando la historia escondida por la historiografía oficial, fue fundador de la Coordinadora de Comunicación Audiovisual Indígena de Argentina (CCAIA) junto a comunicadores y comunicadoras de todos los Pueblos Naciones Originarias del pías, con quienes luchó por la incorporación del concepto de «Derecho a la comunicación con identidad» en la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual. Miembro y fundador del la iniciativa militante de Comunicación Indígena Originarios.ar
Contó historias de ancianas y ancianos indígenas de remotos rincones, reconstruyó la presencia de soldados indígenas en la Guerra de Malvinas, contribuyó a escribir la ley que declara el 26 de agosto como el Día de los veteranos Indígenas -Ley 2142-W-, aportó al reconocimiento de Rosa Grillo y Pedro Balquinta, sobrevivientes de las Masacres de Napalpí y El Zapallar, trabajó de manera inclaudicable por la restitución de restos de personas Indígenas masacradas en la Conquista del desierto que se encontraban exhibidas en el Museo de la Plata, restitución que se realizó en el Monumento construido en Napalpí.
También fue el fundador y presidente de la Fundación Napalpí, creyó siempre en la política y en el compromiso militante como una herramienta transformadora.
“Fue un nataxala que dio los primeros pasos para que la historia de los Pueblos Indígenas salga a la luz. Fue canal para que las voces, sus voces sean escuchadas y es por eso que, en reconocimiento a su vida, a su trayectoria, sus aportes y legado se estableció el 1 de marzo como el Día del Historiador Indígena”.
Impulsada por Juan Chico, la Fundación Napalpí trabaja desde el año 2006 en la causa. Su rol ha sido fundamental en el proceso de reconstrucción de la memoria, como así también en el acompañamiento permanente a las Comunidades en Chaco.
Juan se dedicó a dar a conocer la historia de la Masacre de Napalpí y luchó incansablemente para que se reconozcan los sucesos como crimen de lesa humanidad. Logró visibilizar que la discriminación y el racismo fueron aspectos centrales del genocidio, base de prácticas de hostigamiento, persecución, tortura y exterminio de poblaciones que no respondían al modelo que se pretendía imponer.
La norma que reconoce su trayectoria fue sancionada el miércoles 14 de septiembre del año 2022 por la Legislatura chaqueña.