Migrantes indígenas bolivianos y bolivianas, residentes en Buenos Aires, realizarán una Radio abierta, con lectura de pronunciamiento de repudio a la liberación de los responsables cívicos del Golpe de Estado del 2019 en Bolivia y restaurarán el «Mural en homenaje a las víctimas» asesinadas y heridas, en los departamentos de Cochabamba y La Paz, durante el gobierno de facto de Jeanine Añez.
¡No a la liberación de los asesinos! es la consigna convocante para las actividades que se realizarán este Sábado en calle Roosevelt y calle 5, en la localidad bonaerense de Villa Celina, en el partido de La Matanza.

Las y los indígenas migrantes repudian las injustas liberaciones de los genocidas Jeanine Añez, Marco Pumari y Luis Fernando Camacho, responsables políticos e intelectuales del Golpe de Estado policial, militar, cívico, judicial, eclesiástico y paramilitar al Estado Plurinacional de Bolivia, y también son responsables de las masacres de Senkata, Sacaba, Ovejuyo y el Pedregal, en las que asesinaron a 36 personas y dejaron mas de 800 heridas.
A la vez, solicitan acompañamiento y adhesión al Pronunciamiento en repudio a la liberación de Añez, Camacho y Pumari.
🤝 Adhesiones: 🔗 https://forms.gle/4eMXi8SX7FrBo82r6
A continuación reproducimos el Documento completo.
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MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA PARA BOLIVIA
Como migrantes Indígenas bolivianos y bolivianas en Argentina, expresamos nuestro repudio a las injustas liberaciones de los genocidas Jeanine Añez, Marco Pumari y Luis Fernando Camacho, responsables políticos e intelectuales del golpe de Estado policial, militar, cívico, judicial, eclesiástico y paramilitar al Estado Plurinacional de Bolivia, en noviembre del 2019.

El pasado 27 de agosto, en un claro pacto por la impunidad, la Justicia boliviana, la derecha fascista y colonial y el gobierno de Luis Arce Catacora decidieron desconocer la muerte de 36 ciudadanos bolivianos y bolivianas, víctimas del ataque genocida del gobierno de facto de Jeanine Añez en los acontecimientos de noviembre del 2019 en Cochabamba y el departamento de La Paz. Cuando regimientos militares, amparados por el Decreto Supremo 4018 de “inmunidad de las Fuerzas Armadas”, promulgado por el gobierno de facto, masacraron las poblaciones de Senkata, Sacaba, Ovejuyo y Pedregal, cuyo saldo fue la muerte de 36 personas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) y la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Estos hechos iniciaron un proceso sistemático en contra de comunidades y territorios indígenas, dirigentes sociales, mujeres de pollera y hombres de poncho, nuestras abuelas y abuelos, que expresaron su repudio al golpe al Estado Plurinacional, un marco político e institucional que representa la diversidad de comunidades, naciones y pueblos, por años relegados de la vida institucional del país. El horizonte democrático de vida y por la vida, que solo fue restaurado por las históricas movilizaciones y bloqueos en todo el país a lo largo del año de gobierno de facto de Jeanine Añez, hasta el llamado a elecciones el 18 de octubre del 2020.
Hoy el Tribunal Supremo de Justicia juega un rol a cara descubierta, otorgando la liberación y el beneficio de la detención domiciliaria a Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, tras levantarse las medidas de prisión preventiva. En el caso de Añez, por otro lado, el Tribunal de Sentencia Anticorrupción Cuarto de El Alto se declaró “incompetente para juzgarla”, argumentando que, por su condición de “expresidenta”, debe ser sometida a un “juicio de responsabilidades”. Cabe señalar que, para ello, se requiere la aprobación de dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional, a meses de ser asumida por la derecha neoliberal.
La liberación de los genocidas sucede en el marco de un evidente alineamiento político de parte del aparato judicial, simbolizado en el abrazo descarado entre Romer Saucedo, presidente del Tribunal Supremo de Justicia, y Luis Fernando Camacho, en la “Sesión de honor por el aniversario del municipio de Montero” el pasado 31 de agosto. Asimismo, las injustas liberaciones de los responsables del golpe al Estado Plurinacional de Bolivia, las masacres de Senkata, Sacaba, Ovejuyo y El Pedregal, acontecen en el contexto de un ascenso político de la derecha fascista y colonial tras una elección con proscripción de la participación política del movimiento indígena, campesino y originario.

Los actuales candidatos a la presidencia de Bolivia, tanto Rodrigo Paz Pereira como Jorge Tuto Quiroga, designado vocero internacional del gobierno de facto de Jeanine Añez, manifestaron públicamente su respaldo a los responsables materiales y políticos de las masacres sobre poblaciones indígenas, sellando con esto un pacto por la impunidad entre la Justicia boliviana y la derecha neoliberal, fascista y colonial, sobre la vida de 36 personas y más de 800 heridos que quedaron con discapacidades, o murieron posteriormente por falta de atención médica, jóvenes, hombres y mujeres, con proyectos de vida, de quienes defendemos la memoria y el pedido de justicia.
Por estas razones, como migrantes indígenas bolivianos y bolivianas en Argentina, repudiamos enérgicamente el accionar de la Justicia boliviana y exigimos la anulación de las medidas que permitieron la liberación de Luis Fernando Camacho, Marco Pumari y Jeanine Añez, responsables del golpe al Estado Plurinacional de Bolivia en noviembre del 2019.
¡Memoria, Verdad y Justicia para Bolivia!
¡No a la liberación de los genocidas Jeanine Añez, Luis Fernando Camacho y Marco Pumari!
¡Justicia para las víctimas del golpe al Estado Plurinacional de Bolivia en noviembre del 2019!
Buenos Aires, 10 de septiembre del 2025.-
Convoca: Comunidad de migrantes Indígenas bolivianos y bolivianas en Argentina.

